"Juan Salvador Gaviota", de Richard Bach.
PRIMERA PARTE
Juan Salvador era una Gaviota fuera de lo común cuya única preocupación era volar y ser libre, aprender nuevos modos de acrobacias. Su bandada no lo entendía, ni siquiera sus papas que en vez de darles gusto se avergonzaban de los logros de Juan, él era la primera gaviota en hacer acrobacias aéreas. Un día se elevo tan alto que al caer en picada perdió el control y se estrelló con el agua; cuando recobró el sentido se prometió ser como las demás gaviotas pero al instante rompió su promesa ya que voló a 700m de altura en la noche, algo que ninguna gaviota había echo ya que las gaviotas no vuelan de noche. Al llegar a la Bandada había una Sesión de Consejo en la que lo llamaron para que se pusiera en el centro lo cual solo significaba dos cosas: o gran honor o exilio; desterraron a Juan. Él se fue a los Lejanos Acantilados, pero no le importó estar solo, siguió aprendiendo. Un día mientras volaba dos radiantes gaviotas se acercaron volando, una de ellas le dijo que volara porque tenía que pasar a una nueva etapa y las tres gaviotas volaron hasta desaparecer en el cielo.
SEGUNDA PARTE
Poco a poco se fue familiarizando con las otras gaviotas hasta que un día se despidieron de él y desaparecieron en el cielo. Juan empezó a sentirse cansado y se le olvidó de donde venía. Aterrizó en la playa y vio que las gaviotas que estaban ahí eran perfectas, pero no le dio importancia así que siguió aprendiendo con su instructor Rafael (al que un día le preguntó de donde venía, y le contestó que solo podía decirle que debía cruzar cien vidas para lograr aprender el sentido de la vida). Un día se acercó a la Gaviota Mayor Chiang para preguntarle si ese era el verdadero cielo, a lo que éste contestó que el cielo es perfecto, desapareció y apareció 20m de donde estaba Juan, quedó tan maravillado que ya no preguntó más. Juan intentó hasta que logró hacer lo mismo pero quería regresar porque sentía que alguien en la tierra lo necesitaba. Rafael lo dejó que se fuera, y al ir bajando Juan escuchó una voz; entonces le preguntó: "¿Pedro quieres aprender a volar?". La respuesta fue afirmativa.
TERCERA PARTE
Juan le enseño todo lo que sabía a Pedro, quien también era un exiliado. Le enseñó que todas las gaviotas son libres, que tiene que alcanzar sus metas y que no acepte las limitaciones de los demás. Poco a poco más gaviotas se fueron acercando a Juan para aprender hasta que tuvo seis aprendices todos exiliados. Un día les dijo a sus alumnos que era tiempo de regresar a la Bandada y volvieron volando tan impresionantemente que todos quedaron admirados, así que la gran gaviota les prohibió hablarles o tocarlos o mirarlos ya que también serían exiliados. Después de un mes de haber vuelto,Terrence Lowell Gaviota se acercó a ellos queriendo volar pero su ala no servía así que no podía volar, pero Juan le dijo que creyera y voló; desde ese día Terrence se volvió exiliado y así poco a poco más y más gaviotas se fueron acercando a Juan y a sus alumnos hasta que toda la bandada estuvo aprendiendo a volar libres. Una mañana Pedro le decía a Juan que no podría aprender más; entonces Juan le dijo que recordaba a aquel Pedro exiliado y que ahora ya era todo un maestro que guiaba una Bandada. Pedro se sorprendió mucho cuando dijo eso. Juan emprendió el vuelo y desapareció en el cielo. Entonces llegó un nuevo grupo de novatos. Pedro Gaviota les vio de pronto tal y como eran realmente y amó aquello que vio, su carrera hacia el aprendizaje había empezado.
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Esopo. La cigarra y la hormiga: https://youtu.be/Z_1evG4nQt4
Esopo. El león y el ratón: https://youtu.be/kEzWVBwIovg
http://www.imaginaria.com.ar/2011/10/cuentos-populares-rusos-%E2%80%9Cel-pajaro-de-fuego%E2%80%9D/