viernes, 4 de noviembre de 2016

Jugueteando con adivinanzas

Cabellos amarillos.                  Capa y puede volar.             Es larga y delgada
Cuerpo delgado                      Usa máscara y disfraz.          Es fuerte y flexible.
todo articulado.                       Mucho músculo                    Sirve para saltar.
  ¡¿Quién es?!                          y te puede salvar.                     ¿Qué es?

Verdes con casco.
Les hago dar pasos, 
con mis propias manos.

Inventadas x l@s chic@s de Nive!

martes, 1 de noviembre de 2016

Paseando por Pompeya...

Centenera y Tabaré. En lo alto, donde Homero Manzi vivió de pupilo.
"[...] Entre la pléyade de compositores de tango que vivieron en Pompeya resalta la figura de Homero Manzione Prestera, tal su nombre legal. Nacido en Santiago de Estero en 1907, cuando vino con su familia a Buenos Aires a los nueve años entró como pupilo al Colegio Luppi. A principios de siglo la familia Luppi poseía una enorme curtiembre con desagüe al entonces pujante Riachuelo. De ese apellido solamente queda la esquina de la avenida Centenera y Tabaré, donde persiste el segundo piso del antiguo colegio, en el que residían los pupilos. [...](Hay) murales que evocan al barrio y a su poeta. La luz de almacén de Sur era la de La Laguna, en Corrales y Centenera. Sobre un paredón todavía en pie de la curtiembre Luppi hay una serie de cuadros inspirados en aquel tango. Están la inundación, la avenida Sáenz a principios de siglo, el ciego que fuma, fuma y fuma en una recreación de El último organito, al lado de la pálida vecina. En este cuadro hay dos hombres bailando de la mano, contoneando caderas, incurriendo en otra contradicción del machismo.
Gregorio Plotnicki es el dueño del Museo Manoblanca, cuyo frente lleva la letra del tango y otras pinturas alusivas. Saluda con una inclinación de cabeza a los visitantes. Adentro, las paredes llevan reproducciones de todos los santos del tango; las vitrinas tienen hasta gomina de 1900 en sus recipientes. Jabones, un caballo de calesita, un mural de Luis Muscia: la musa del tango, con un fuelle alado y una túnica celeste y blanca. Hasta el aire de las habitaciones parece de 1900. Plotnicki acaricia una canilla con forma de cabeza y cuello de cisne. “Se usaba en los bares. En mi casa tengo más lindas, pero mi señora no me deja”, se disculpa. [...]"

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-55544-2005-08-25.html