Primero los imaginamos y dibujamos. Como los bichos del monte en el cuento "¿Quién conoce al elefante?"
Después buscamos en el diccionario. Ahora, los vemos en pantalla.
EL TAPIR Y LA VIZCACHA
Es un mamífero sudamericano. Del tamaño de un jabalí, con la nariz prolongada en forma de trompa.También ANTA, en guaraní.
Cuenta su leyenda que ese cuerpo parecido al de los cerdos, con patas parecidas a los rinocerontes y provisto de una trompa, que recuerda a los elefantes, se debe a que cuando el Creador finalizó la tarea de dar vida a las diferentes especies animales, se encontró con que le habían sobrado algunas partes de varios, con las que dio vida al Tapir.
Cuenta su leyenda que ese cuerpo parecido al de los cerdos, con patas parecidas a los rinocerontes y provisto de una trompa, que recuerda a los elefantes, se debe a que cuando el Creador finalizó la tarea de dar vida a las diferentes especies animales, se encontró con que le habían sobrado algunas partes de varios, con las que dio vida al Tapir.
Es un roedor sudamericano parecido a la liebre, por tamaño y pelaje; pero de cola tan larga como el gato.
Cuenta su leyenda que eran muy coquetas, y siempre se fiaban de los teros sastres, hasta que no pudieron pagar y empezaron a esconderse de sus acreedores, pues ya andaban rotosas. Por eso decidieron salir únicamente de noche.
Los
teros sabían cuando encontrarlas y les gritaban enojados: "¡Teruterú, teré! Mi
género, mi género!". Y las vizcachas huían a
esconderse.
El padre reprendía a su mujer e hijas:
"Vizcachas rotosas, no tienen vergüenza, no tienen vergüenza", y él tampoco salía. Desde
entonces las vizcachas quedaron condenadas a salir de noche y lloraron
mucho, por eso le quedaron los ojos enrojecidos para siempre.